¿Eres de las personas que ven un montón de garabatos en vez de una obra de arte? ¿Te sientes como un bicho raro cuando vas a un museo de arte moderno? Si es así, este post es para ti.
El arte moderno es sin duda fascinante ─y también en ocasiones─ raro y difícil de entender.
Normalmente cuando eres un principiante en el mundo de la “apreciación”, no te enteras a primera vista de lo que quería transmitir el artista, en especial cuando hablamos de pinturas abstractas y performances minimalistas.
Sin embargo, por pura casualidad de la naturaleza humana, entre más tiempo ves la obra, más significados les encuentras; inclusive si en un inicio no tenías las menor idea de lo que estabas observando.
Como bien comenta la directora de arte y proyectos, Jessica Backus:
Si ves una mancha en la pared y luego de 15 minutos le encuentras sentido, seguramente estés ante una obre de arte.
Y de hecho, de eso trata (en parte) el arte moderno y contemporáneo: transmitir emociones e ideas de forma no tan explícita.
Aunque con esta frase se pueden englobar muchas de las bases de las corrientes artísticas actuales, es importante conocer un poco más el origen y el fin último de estos estilos.
Por esa razón el día de hoy te traemos una guía para comprender este tipo de arte de forma simple.
*Advertencia: es una guía básica de tipo para “principiantes”, no un artículo que deba tomarse como referencia en una tesis doctoral…
Contexto
Durante muchos siglos, el arte básicamente intentaba representar la realidad, belleza y esencia de las cosas. O sea, parafraseando a un pensador anónimo: “el arte captura el mundo y su alma a través de los ojos del artista”.
Antes del siglo XIX, el representar la realidad tal cual, era uno de los atributos más valiosos para el arte occidental. Por ejemplo, artistas del renacimiento como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel ganaron mucha fama en su época gracias a la exactitud que tenían al representar la anatomía humana.
Sin embargo, luego de la invención de la fotografía en la década de 1830, el objetivo de representar el realismo en su máximo detalle perdió mucho de su valor, así que el arte ya no solo se enfocaba en recrear imágenes con los sentidos, sino también con el uso de la razón.
Con movimientos y estilos que fueron surgiendo durante los años siguiente, las obras se volvieron cada vez más cerebrales e imaginativa, y menos explícitas y objetivas.
Este cambio de paradigma lo podemos encontrar en el impresionismo. Los artistas de este movimiento buscaban capturar la luz y su naturaleza cambiante, y no tanto las formas muy bien detallas.
Pese a que la figura y los detalles realistas se seguían viendo en los cuadros y esculturas de la época, cada vez se notaba más esa separación que ocasionaría más adelante una gran ruptura en el mundo del arte.
¿Qué es el arte moderno?
La definición exacta todavía está en discusión, pero para fines prácticos vamos a considerar como arte moderno a los movimientos y obras que han surgido desde finales del siglo XIX.
Con el inicio de la masificación de la fotografía, hubo un momento en el que a los artistas ya no les interesaba la “objetividad del ser” y las pautas artísticas clásicas, así que empezaron a crear sus propias reglas estéticas.
En movimientos tempranos del arte moderno como el post impresionismo y fauvinismo, ya se empieza a experimentar con lo abstracto. De igual manera, la idea de la “importancia de la subjetividad” es cada vez más habitual durante este periodo.
Una particularidad que también vale la pena destacar es que el color ya era un elemento en sí, y no solo un complemento de la figura.
A finales de la primera década del siglo XX, nace el cubismo, que es considerado por muchos estudiosos como el precursor de la abstracción en el arte moderno.
El cubismo en un inicio era una interpretación subjetiva que tenía como particularidad el uso de figuras geométricas y la multidimensionalidad; dando como resultado esa sensación de fragmentación tan típica de las obras de este movimiento.
Unos años antes de la primera guerra mundial, en la segunda década del siglo XX, surgió un movimiento pictórico muy experimental que creaba su propia forma distorsionada de realidad. A este se le llamó expresionismo.
Las versiones más abstractas de la primera parte del expresionismo ya se alejaban de lo figurativo. En algunos casos se buscaba dar de forma deliberada la sensación de “artificialidad”, para destacar los colores, las líneas y patrones.
Si bien, en la primera parte del siglo XX pareciera que la tendencia en el arte era volverse cada vez más abstracto, lo cierto es que todavía se experimentaban y creaban obras con un fin creativo usando estilos tradicionales. Un ejemplo de esto es el surrealismo.
Teniendo un gran apego al género literario del mismo nombre y sin contar con reglas claras en sus inicios, las pinturas surrealistas se pueden considerar como una representación ingeniosa de la imaginación del artista, usando en ocasiones recursos como la metáfora para darle forma a la idea.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en la mitad de la década de los 40s, se crea como movimiento pictórico el expresionismo abstracto.
Al igual que sucedía con la primera manifestación del expresionismo, aquí se enfocaba mucho al color y la composición. Solo que ─aparte de abandonar a la figura─ también adquirió importancia el proceso de creación.
Una clave para entender mejor los trabajos de este movimiento es tener en cuenta que el resultado final es normalmente una consecuencia de la pasión del artista en la creación de la obra.
¿Qué es el arte contemporáneo?
La definición de arte contemporáneo es incluso más compleja y difusa que la de arte moderno ya que por definición se refiere a todo el arte actual.
Para marcar la separación de este artículo, nos referiremos como arte contemporáneo al arte creado después de la década de los 60s.
El primer movimiento importante y que marca una nueva forma de crear y ver arte es el llamado arte pop.
Los elementos claves del arte pop son muy variados incluso merecen un artículo aparte, sin embargo, muchos críticos concluyen que parte fundamental de este movimiento es retratar la cultura popular y sus implicaciones en la sociedad.
Así mismo, durante las últimas décadas han proliferado otras formas de arte como el minimalismo, performance, street art, etc.
¿Cómo entender el arte moderno de mejor forma?
Luego de conocer un poco más sobre la historia, las reglas básicas de los movimientos y los estilos más importantes perteneciente al arte moderno y contemporáneo, aquí va una lista de sugerencias que te pueden ayudar para comprenderlo de mejor manera.
1 Investigar
Una de las razones principales por las que el arte moderno y contemporáneo son tan difíciles de entender, es que no son tan accesibles para las masas. A comparación, por ejemplo, de la música y el cine que podemos encontrarlo en prácticamente todas partes, las únicas formas reales de encontrar y aprender más sobre arte moderno es yendo a galerías y museos o investigando por tu cuenta.
Por fortuna en internet hay miles de páginas web para documentarnos, por lo tanto, no necesitas salir de casa ni tampoco pagar mucho dinero para disfrutar y entender sobre este tipo de arte.
2 Ver el contexto
Especialmente en muchas formas del arte contemporáneo, el contexto y la experiencia son parte primordial de la obra, incluso llegan a importar más que las figuras y formas principales.
Un ejemplo de este punto es la obra A Subtlety de la artista estadounidence Kara Walker:
La parte central del trabajo es una esfinge de color blanco con forma del estereotipo clásico de una mujer negra. Aunque aparentemente el significado de la obra es sobre la cultura negra o el racismo, en realidad tienen escondidos muchos detalles que le dan un sentido más amplio al trabajo; por ejemplo, fue puesta de forma explícita la escultura dentro de una fábrica de azúcar abandonada, esto para representar a los esclavos que fueron llevados a Estados Unidos para cultivar caña de azúcar.
3 Tener la mente abierta
Hay una máxima que dice: “para que sea arte, tiene que haber un espectador”. En este caso, la percepción también juega un papel importante para entenderlo.
El arte no solo se limita a lo que es, en realidad la experiencia y la forma de ver las cosas son parte intrínseca para darle sentido a la obra. Es decir, si crees que no te gusta un artista en particular, seguramente no te gusten ninguna de sus obras aunque otros las consideren como obras maestras.
Es por eso que, para entender el arte “no tan digerible”, siempre hay que estar dispuestos a pensar fuera de la caja y ver más allá de la experiencia. Sin duda esto te ayudará a ser más receptivo.
4 Lee las explicaciones sobre la obra
Aunque estés con toda la actitud para entender una obra, no siempre es tan sencillo deducir de lo que trata, y más si no eres un estudioso en arte. Por fortuna, en las galerías y en los museos, lo habitual es que te den folletos o explicaciones guiadas para comprender de forma más completa lo que estás viendo.
Estas pequeñas ayudas que a veces pasas desapercibidas, son sumamente valiosas.
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