Pareciera que en ocasiones está peleado el mundo de los tatuajes con el arte tradicional. Sin embargo, este es un buen ejemplo para entender que un tatuador no solo sabe trabajar con la piel, sino que además puede destacar en otras ramas más formales y ‘políticamente correctas’ del arte.
Dani Tomic es un joven artista del tatuaje de origen croata. Fanático de los dibujos realistas, cuando no está tatuando a alguno de sus clientes le gusta retratar objetos, animales, personajes del cine y caricaturas de la forma más realista posible.
Tomic comenta que siempre le gustó dibujar, pero con el tiempo aprendió que para mejorar su técnica y encontrar su estilo como tatuador, tenía que pasarse horas copiando a la perfección otros dibujos y fotos. Dice:
«El copiar a otros artistas cuando estás formando tu estilo te sirve para aprender. Sin embargo lo más importante es que además estás conociendo a otra persona, alguien de carne y hueso detrás de los trazos de la obra».
Sus dibujos tienen un detalle excepcional poco común. La técnica del dibujo con los lápices de colores no es de las más simple, pero Dani hace parecer fácil dominarla.
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Para conocer más sobre Dani Tomic, visita su página.
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