La Galería Nacional de Londres (National Gallery por su nombre en inglés), es sin lugar a dudas uno de los museos de arte más importantes que hay en el mundo. Y no es para menos, entre sus cientos de obras se encuentran trabajos de un valor invaluable de artistas de la talla de Leonardo Da Vinci, Caravaggio, Johannes Vermeer
, Monet y Van Gogh.
Aunque vale totalmente la pena visitar sus más de 60 salas con detenimiento, es verdad que es una tarea compleja que difícilmente se pueda lograr (y más con la gran afluencia de turistas). Por esa razón ─además de temas de cultura general─ te traemos una lista de las 15 pinturas más importantes de la National Gallery.
«Campo de trigo con cipreses» de Vincent van Gogh
Considerado por muchos como una de las 10 obras más importantes de Van Gogh, este cuadro es el complemento de la famosa “Noche Estrellada” (Muse de Arte Moderno de Nueva York), incluso fueron pintados prácticamente al mismo tiempo.
Girasoles de Vincent van Gogh
Ya que hablamos de Van Gogh, otra obra que no pasa desapercibida son sus ya conocidos Girasoles. Si bien, actualmente se le atribuyen 5 cuadros con el tema de los girasoles a Van Gogh, el que se encuentra en la National Gallery es seguramente el más famoso de todo.
«Mujer sentada tocando la espineta» de Johannes Vermeer
Johannes Vermeer, también conocido como el artista de la luz, lograba en sus cuadros un gran grado de detalle que nunca antes se había visto. En el caso de la “Dama sentada tocando la espinera”, se puede notar la enorme habilidad técnica que tenía Vermeer.
«Burlington House Cartoon» de Leonardo Da Vinci
Si bien, este cuadro normalmente no está las listas de los “retratos más famosos del mundo”, eso para nada le quita lo interesante. Es más, el detalle que se puede encontrar en este boceto es casi comparable a cualquier otro Da Vinci, incluso está mejor conservado que la mayoría.
«Bañistas en la Grenouillere» de Monet
Creado en el verano de 1869, el cuadro “Bañistas en la Grenouillere” está dentro de las primeras obras del impresionismo.
Aunque este trabajo pudiera parecer muy espontáneo en un primer vistazo (algo propio del impresionismo), en realidad tiene un enorme trabajo de composición detrás.
«El puente japonés» de Monet
Esta obra pintada en la segunda década del siglo XX, es una de las últimas obras importantes que hizo Monet. En el cuadro se puede observar el contorno del puente desvaneciéndose en el fondo, probablemente, representando la transformación y el fin de todo lo que nos rodea.
«Los embajadores» de Hans Holbein
Hans Holbein es catalogado por muchos estudiosos como uno de los retratistas más importantes del renacimiento gracias al gran manejo técnico y de simbolismos de sus cuadros. Su pintura de “Los embajadores”, es un gran ejemplo de la obra que hacía Holbein: muchos detalles y mensajes complejos.
«Paisaje con Narciso y Eco» de Claude Lorrain
Esta obra que normalmente pasa desapercibida por el público en general, es una verdadera rareza de su tiempo ya que no eran muy habituales los paisajes durante el siglo XVII. Además de su peculiar contexto, Lorrain no solo captura la naturaleza que tenía en frente en ese momento, sino que también agrego cientos de diminutos detalles que le dan un significado todavía más profundo al cuadro.
«La coronación de espinas» de El Bosco
Otra pintura que desafortunadamente es olvidada por muchos de los visitantes, es la coronación de espinas del pintor holandés Hieronymus Bosch aka. El Bosco. Esta obra representa a Cristo poco antes de su crucifixión, rodeado y torturado por cuatro hombres, sin embargo lo que de verdad llama la atención es la enorme variedad de estilos que utilizó para transmitir el mensaje.
«Dux Leonardo Loredan» de Giovanni Bellini
Este retrato pintado por el gran Giovanni Bellini, corresponde al gobernante veneciano de la época, Leonardo Loredan. Gracias a la gran calidad artística de este cuadro, la obra sirvió de parámetro e inspiración para muchos otros retratos de la época.
«La Virgen de los claveles» de Rafael
Creada por Rafael, uno de los grandes artistas del renacimiento italiano, “La Virgen de los claveles” o “La Virgen de las rosas” es junto con la “Madona Benois” de Da Vinci, una las obras más importantes de este pasaje que se conservan.
«Venus y Marte» de Sandro Botticelli
Siendo esta una escena clásica de la mitología griega, algunos estudiosos sugieren que este cuadro fue hecho como encargo para un regalo de bodas de una persona importante de la época. Por su buen estado de conservación, se cataloga como una de las pinturas principales de Botticelli que quedan en la actualidad.
«Los discípulos de Emaús» de Caravaggio
Caravaggio siempre destacó por su forma única de interpretar temas, en el caso de “Los discípulos de Emaús” no es la excepción. Por ejemplo, la representación de Cristo es bastante inusual porque no tiene barba y se le da mucho énfasis a la naturaleza muerta en la mesa.
«Autorretrato a los 34 años» de Rembrandt
En este sui generis autorretrato, Rembrandt se pinta a sí mismo como una persona de estatus alto y poder; algo que contrasta totalmente con la realidad ya que los artistas en aquella época difícilmente entraban a los círculos más altos.
«El Entierro (o Cristo siendo llevado a su tumba)» de Miguel Ángel
Esta pintura inconclusa muestra el cuerpo de Cristo siendo llevado a su tumba. En cuanto a los personajes que lo acompañan, se presume que eran algunos de sus discípulos y María Magdalena.
De acuerdo a las investigaciones, la obra fue hecha como pago de compensación al retraso en la entrega de un cuadro a inicios del siglo XVI.