La artista estadounidense Heidi Annalize, ha descubierto una interesante y original forma de reutilizar las típicas latas de metal de dulces, convirtiéndolas en pequeños estudios de arte de bolsillo que le permiten pintar mientras camina al aire libre por el bosque o el campo.
Para crear este curioso estudio portátil, Heidi pega pedazos de papel en la tapa y en el fondo del envase; la parte inferior la utiliza como paleta de colores, mientras que la parte superior la usa como si fuera el lienzo.
El tema principal de esta serie de pinturas al óleo en miniatura son la naturaleza y los paisajes.
Al terminar de pintar, Annalize le toma una fotografía a la obra para contrastarlo con el fondo real, y posteriormente la comparte en su cuenta personal de Instagram –que, por cierto– está cerca de los 100,000 seguidores ahora mismo.
Heidi Annalize se considera a sí misma como una “artista autodidacta apasionada de lo que hace”. En el año 2015 renunció a su trabajo de tiempo completo para dedicarse de lleno a su carrera como artista.
Menciona en una entrevista que le hicieron en el diario británico The Guardian:
“La pintura me ayuda a revivir recuerdos vívidos ya que me permite analizar detalles que de otro modo pasarían desapercibidos. De igual forma, el sentarme en una ladera y estudiar el color de la sombra que hace la montaña se ha vuelto en una forma de meditación para mi.”
Sin duda Annalize nos ha enseñado en esta colección que el espacio ya no es una excusa para crear tu propio arte.
Para conocer más del trabajo de Heidi Annalize, no olvides visitar su sitio web.
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