Daniel Martin es un artista holandés nacido en 1982 en la ciudad de Leiden, Paises Bajos. Diseñador gráfico de profesión y con una exitosa carrera a lo largo de Europa, en el año 2013 dejó la industria del diseño para dedicarse de lleno al arte.
«Siempre me sentí inspirado en los grandes maestros de la pintura como lo son Jan van Eyck, Pieter Bruegal y Hieronymus Bosch. Yo sentía que con el diseño comercial nunca hubiera explotado mi potencial artístico, así que me he tomado un descanso indefinido para intentar encontrar un estilo propio y reencontrarme con la creatividad.»
La más reciente colección de pinturas de Daniel está compuesto por retratos en los que los rostros están manchados de forma explicita. Las imágenes son inquietantes y a la vez deslumbrantes, pareciera que al terminar los retratos los manchó de forma deliberada con una pincelada (brochazo) cargada de emociones. Una representación de la imperfección de la belleza y los sentimientos encontrados que tiene un artista al terminar una obra.
El trabajo de Daniel ha sido ampliamente aceptado en la comunidad del arte. El diario «Los Ángeles Times» lo define como: «Un trabajo lleno de personalidad, una representación de lo que un artísta vive cada día sin tanta frivolidad. El esoterísmo en estado puro.»
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