Para entender la pintura impresionista, hay un artista que sin duda es necesario conocer. Estamos hablando, por supuesto, del maestro Renoir.
¿Por qué es importante? ¿Cómo entender su trabajo? ¿Cuál fue su evolución? ¿Sus obras más importantes? ¿Infravalorado o sobrevalorado? En este artículo responderemos estas y muchas preguntas sobre este gran artista.
Biografía
Pierre-Auguste Renoir o conocido simplemente como Reoir (/ʁənwaʁ/ o pronunciado vulgarmente como “Renuá”), nació en 1841 en Limoges, una localidad en la zona centro de Francia.
Viniendo de una familia humilde y siendo hijo de sastres, en 1845 la familia Renoir se traslada a la ciudad de París en búsqueda de una mejor vida.
Es en este primer contacto en tierras parisinas cuando el joven Pierre-Auguste descubre el arte, específicamente en una visita dominical al museo Louvre.
Por problemas económicos, cuando cumplió 13, Renoir tuvo que dejar la escuela y entró a trabajar a una fábrica de porcelana. Aunque era joven y sin prácticamente experiencia, mostró gran talento para el diseño, incluso muchos de sus patrones eran reproducidos en las vasijas y los platos más finos que se hacía en esa fábrica.
Durante estos años, asistía a cursos nocturnos de dibujo y decoración. Por gente que conoce ahí, Renoir establece contacto con el maestro Charles Gleyre. Más adelante, en la casa de Gleyre, conoce a los que se convertirían en sus grandes compañeros de estilo: Monet, Bazille y Sisley
Luego de 4 años pintando platos de porcelana, la fábrica tuvo que cerrar. Para subsistir, hacía trabajos esporádicos de decorador y ayudante de restaurador.
Cuando cumplió 21, Renoir entró a la Escuela de Bellas Artes. Si bien, en aquellos tiempos no era una tarea sencilla que una persona de la clase obrera pudiera entrar y aparte, tuviera la capacidad de pagar todos los materiales, él no se rendía en su objetivo de convertirse en un pintor destacado.
A los 23, es admitido por primera vez en el Salon; la exposición oficial de la Academia de Bellas Artes; un merito que pocos artistas podían lograr.
Durante esta etapa, poco a poco Renoir se estaba ganando un nombre, sin embargo, seguía teniendo muchos problemas económicos. Ya que no tenía dónde quedarse en las noches, normalmente dormía en las casas o en los estudios de sus compañeros y en ocasiones, no comía para comprar sus pinturas.
A pesar de que en sus pinturas intentaba plasmar alegría y el lado positivo de las cosas, realmente Renoir estaba sufriendo gran estrés y depresión.
Entre 1868-1869, junto con su viejo amigo Monet, se pasaban las tardes pintando en las orillas del río Sena tratando de capturar los últimos rayos del sol sobre el agua. Si bien, al inicio no lo sabían, estos momentos cambiarían completamente el mundo del arte más adelante.
Impresionismo
Durante el verano de 1869, Monet y Renoir fueron a pintar a la isla de la Grenouillère, un destino muy frecuentado por la burguesía parisina de la época.
Ambos pintaron una escena en un embarcadero a la orilla del río, dando como resultado Baign à la Grenouillère de Monet y La Grenouillère de Renoir.
Estos cuadros fueron el primer paso en el punto de ruptura que daría el origen al impresionismo pictórico.
Aunque Renoir es uno de los pioneros de este estilo, no fue hasta 1874 cuando por fin se decidió a explorar lo máximo posible el impresionismo. Ese año, participó en la primera exposición de pintura impresionista, que por cierto, fue considerada en la época como un fracaso ─pese a que su cuadro, La Moulin, fue ampliamente aclamada por la crítica─.
En los años posteriores, poco a poco Renoir se estaba convirtiendo en uno de los artistas más populares. Ese éxito financiero le permitió más adelante visitar y pintar otros lugares como el norte de África o Italia. Está época es considerada por diferentes autores como los años más felices de la vida del artista.
A mediados de la década de 1980, luego de visitar museos y colecciones renacentistas por toda la península Itálica, Renoir se da cuenta que ya no le entusiasma tanto pintar paisajes ni tampoco la espontaneidad del impresionismo. Así que su estilo se vuelve cada vez más estructurado y enfocado en las figuras femeninas.
Esa insatisfacción y duda se puede ver reflejada en una buena parte de sus obras de este periodo.
Consagración y sus últimos años
Para 1890, Renoir por fin se casa con su pareja Aline Charigot, luego de una larga relación en la que ya habían tenido un hijo (Pierre Renoir).
Aunque sus cuadros durante estos años estaban muy inspirados en la vida hogareña y rural, muchos autores consideran que estos trabajos fueron los de mayor carga emocional de toda su carrera; en especial aquellos que tenían como tema principal a su familia.
A inicios del siglo XX, ya con tres hijos y con considerables problemas de salud, Renoir tuvo un lapso de inspiración muy importante que lo hizo trabajar sin parar hasta prácticamente sus últimos días.
A los 59 años, fue condecorado con la Legión de Honor; la más importante distinción que otorga el gobierno francés.
Para 1911, a pesar de que estaba en silla de ruedas a consecuencia del reumatismo y un derrame que sufrió, hizo varias colaboraciones con otros artistas, entre las que destaca el trabajo con el escultor catalán Richard Guino.
El 3 de diciembre 1919, Renoir falleció a causa de un ataque del corazón a los 78 años de edad.
Su importancia
Si bien, a veces el impacto de una persona en el mundo del arte es subjetivo, en el caso de Renoir (junto con su colega, Monet) es innegable su gran influencia en la pintura de la segunda parte del siglo XIX. Incluso, artistas del siglo XX como Picasso, Denis y Matisse tienen parte de sus influencias en él.
También algo que hay que destacar es que Renoir fue unos de los primeros artistas que supo que el impresionismo era algo efímero y debía tener más ‘sustancia’ para perdurar en los museos y colecciones. De ahí su interés de adaptar ciertos elementos renacentistas en sus obras.
Su obra
“La pintura debe cautivarte, moverte y arrastrarte. Es el medio por el que el artista transmite sus pasiones” ─Renoir
De acuerdo a un catálogo de Josse Bernheim-Jeune, se tienen registradas más 4 mil pinturas y dibujos de Renoir.
«El almuerzo de los remeros» (1880)
«Los paraguas» (1886)
«Baile en Bougival» (1883)
Datos interesantes
- Los tres hijos de Renoir se dedicaron al arte.
- Era fanático de las vasijas y los platos porcelana.
- El museo Louvre compró en vida una de sus obras. Algo no tan común.
- Los cambios más radicales en el estilo de sus últimas obras, se debió en parte a la artritis que sufría.
- La colección más importante de trabajos de Renoir se encuentra en EE.UU., para ser exactos en Pensilvania.
- Pintaba solo con 5 colores y luego los mezclaba para conseguir más tonalidades.